Compartir una ruta en BTT con amigos, a los que es la primera vez que los ves en tu vida, pero con los que congenias desde que les estrechas la mano, es uno de esos momentos que ponen sal a la vida . Más si cabe cuando les descubres un recorrido del que estas enamorado ,son los lugares que te vieron nacer y con los que estas comprometido a más no poder.
Nuestra idea era la de organizar un itinerario que fuera lo más completo y variado posible. Y escogimos hacer camino partiendo del Hotel Rural Suquin en Somorto, alcanzar Anleo por Villaoril, Cabanella, y Talaren, atravesar los montes de Anleo en dirección al depósito de aguas de San Pelayo. Cruzar el rio Navia por la pasarela hasta Trelles, Sabariz y desde aquí subir a Bustabernego, hacer el Cordal de Coaña. Para después bajar por el Rio Meiro a Navia. Aquí coger la senda costera hasta la Playa de Frejulfe y volver al Somorto.
Recorrido de 54,4 km. Alternancia de pistas de monte, trialeras, caminos asfaltados y Carreteras.
Dificultad técnica: Alta.
Dificultad Física: Alta.
Ascenso acumulado de 1635 metros. Pendiente máxima de subida del 16% . Pendiente de bajada del 21 % y una pendiente media del 5,6.
Tiempo 7 h 38 minutos
La práctica de la BTT es una fusión de deporte , naturaleza, cultura, territorio, paisanaje que cuando se combina con valores como el compañerismo, el esfuerzo, el buen humor y la empatía, nos engancha de por vida.
Y así fue en esta jornada. Llegando a Anleo pinchazo de Albano al que le ayudamos a cambiar la rueda Armando, Jose, Ruben y el que escribe. Como siempre, empezamos a debatir sobre si era más conveniente llevar cámaras antipinchazos o las convencionales de toda la vida. Opiniones para todos los gustos. Mientras Gonza, Antonio, Jesús y Fede nos esperaban en el Castillo de Anleo.
En la subida al déposito de agua de San Pelayo nos fuimos desgranando como un rosario, no sería la última vez porque el recorrido es un tanto exigente. En estos caso es cuando entra en juego el esfuerzo para subir , la experiencia para coger el ritmo apropiado y el compañerismo de los que van más fuerte para esperar por los compañeros.
La bajada trepidante hacia la pasarela del Rio Navia hizo las delicias de los amantes del descenso. Cruzar el Navia por la Pasarela una experiencia y momento para las fotos.
Desde de aquí tendida subida hacia Bustabernego y el Cordal de Coaña. Llegando a Teijedo, Antonio , con compromisos familiares ineludibles, nos abandona. Le echamos de menos en el resto del recorrido, sobre todo en la bajada del Cordal y por la Ribera del Meiro.
Grandes aportaciones de Armando sobre toponimia Meiro, Meres, Mieres, tienen relación con aguas limpias, puras y buenos apuntes sobre la cultura castreña, de la que nos encontramos varios elementos en nuestro pedalear. Con especial mención al Castro de Coaña y a la Estela Discoidea
En la Playa de Navia, Ruben aprovecha para hacer acopio de agua y enderezar un poco sus delicadas cervicales.
Tomamos la Senda Costera en dirección a la Playa de Frejulfe , Jesús y Gonza abren camino advirtiéndonos de peligros y aconsejándonos desarrollos. Espectaculares trialeras al borde de la mar y la guinda a nuestro perfecto día de bicicleta.
Antes de llegar al Hotel Rural Suquin, donde nos damos una ducha y nos agasajan con una merienda, dejamos nuestras últimas energías en la corta, pero exigente, subida al Polvorin del Tranco. Fede lidera la comitiva dando muestras de sus excelentes dotes como escalador. Como resumen me quedo con sus palabras: “Tenemos que enseñar, a los jóvenes y no tan jóvenes, que no hay recompensa sin esfuezo y que para ser felices tenemos que disfrutar con el esfuerzo”